La Higuera Esteril
En estos últimos días he estado contemplando, el relato de la Maldición de la Higuera Estéril. Y tomando en cuenta esta porción de la palabra, es que quise tomarle como tema para este escrito. Marcos 11:12-14, Lucas 13:6-9
La palabra de Dios nos relata que, en una ocasión, Jesús, iba juntamente con sus discípulos, y en el transcurso del camino, Jesús tuvo hambre. Y, Él se encuentra con una higuera en el camino. Y observando desde lo lejos, a esta higuera, Él pudo observar, la posibilidad para saciar su necesidad.
Pero cuando se acerca a la higuera, ¡cuál fue su sorpresa! Porque, conociendo El, los tiempos, y el origen de esa higuera. Y tambien su naturaleza, como parte de su creación, que fue hecha por la palabra de su boca. Que cuando se acercó, con la seguridad que Él encontraría, fruto, no lo tenía. Genesis 1:1, Juan 1:1
En el Medio Oriente, la higuera, es considerado, un árbol fértil. Porque produce dos tipos de frutos, las brevas y los higos. Jesús, conocía la estación, en la que está higuera se encontraba, cuando desde lo lejos, él pudo contemplar las ramas de la higuera, y sus hojas daban indicación de que había ya fruto. Porque el brote de las hojas, daban evidencia del fruto. Mateo 24:32
Y con esa intención, es que Jesús, se acerca, a tomar el fruto para poder saciar, el hambre. Pero cuál fue la sorpresa de Él, que, al llegar hasta ahí, había sido engañado. La higuera no tenía fruto. Y en ese momento, observando su condición de apariencia, ofreciendo un mensaje equivocado; Jesús maldice la Higuera. Con estas palabras, “Nunca jamás, ¡coma nadie fruto de ti!” Y sus discípulos, escucharon las palabras que, Él dijo, hacia la Higuera. ¡Y fue de esa manera! En camino de regreso, la higuera, se había secado desde las raíces. Marcos 11:20-21
¿Qué es lo que el Señor, nos quiere enseñar, con este pasaje? El mensaje, es para nosotros, los cristianos. Que, no podemos vivir en una apariencia, y aparentando estar produciendo fruto. Y donde la realidad, que estámos viviendo, es otra. Porque, nuestras raíces, no están firmes, y nuestra condición es una de estéril, al igual que esta higuera. Y esto, fue el desagrado de Jesús, al maldecir a esta higuera; ante su falsedad, su hipocresía, al estar encubriendo su naturaleza estéril, detrás de las hojas de la Higuera. Mateo 12:33-35
Las hojas de la higuera, siempre han hecho su función, como una vestidura falsa, una que es temporal. Así, también, nosotros de esa misma manera, siguiendo, ese mismo patrón, hemos hecho, las hojas de la higuera, nuestra cobertura. Y una vez más, así como desde el principio, ofrecieron un mensaje equivocado, cuando Adán y Eva, fueron expuestos, por la presencia de Dios, encubriendo su naturaleza, en una desobediencia. Escondían, la condición de muerte, que ahora, era su fundamento. Esas hojas transmitieron, el mismo patrón, con esta Higuera Estéril. Una cobertura falsa, que está muerta, y es por esa razón, que no puede producir fruto. Genesis 3:7
Y al no producir fruto, estamos fuera del orden divino de Dios. Porque todo Árbol, es conocido por su Fruto, y no por su Apariencia. Porque no es normal, que nos quedemos sin producir fruto; y nos quedemos, como esta higuera. Pensando que está haciendo su función, produciendo fruto, pero la verdad es otra. La misma presencia de Jesús, expone nuestra desobediencia, porque vivimos en una falsedad, en una cobertura de engaño, cubriendo los frutos, con obras muertas, porque nuestra raíz, no está firme, ni alineada, en la voluntad de Dios. Mateo 7:17-19, Gálatas 5:22-23
Hagamos noción de algo con este tema. Aunque podemos creer estar ocupados haciendo la voluntad de Dios, así como esta Higuera, nuestra realidad es otra, y es que “No”.