Traicion De Un Amigo
Este es un tema muy triste, porque nunca nadie de nosotros quisiera pasar y vivir por una situación tan dolorosa, lo que es la traición de un amigo. Una traición deja la huella de un dolor, que marca tu vida de tal manera, que ha unos puede causar un daño emocional o psicológico, y hacerles caer en una total depresión. Pero, también hay otras personas que estas situaciones de la vida los llevan a un proceso de formación y crecimiento sólido, que les hace aún más fuerte. 2 Timoteo 3:1-5, Mateo 18:21-22
¿Qué es la traición? La traición es una falta que se comete quebrantando la fidelidad, o lealtad que se debe guardar o tener. Es el rompimiento de un pacto entre dos personas, por una falta de compromiso y que provoca un defraude, hacia una persona, que era de toda tu confianza, y a la cual supuestamente querías. Más la definición bíblica hace énfasis de esta acción como una lesión a la verdad. La lesión, que es el resultado de la traición, se clasifica de dos maneras, como una lesión externa, o como una lesión interna. La Biblia hace mención, de muchos ejemplos de traición, el primero, que es la causa de que estas acciones están en existencia, fue la de Lucifer. La Segunda traición, es la del hombre, por influencia a una voz que decidió escuchar, y le incita a cometer tal delito. Isaías 14:12-14, Ezequiel 28:12-18, Genesis 3:1-11
Pero, hay de aquellos, que con astucia y sutileza se mueven para obtener la confianza, en donde su única intención es hacer un mal. Estas características son conocidas desde el principio, que fueron utilizadas con una premeditación generacional, en contra de la verdad. Mas, sin embargo, aun a pesar de esta situación, nuestro Señor, en su misericordia y amor incondicional, elabora el perfecto plan divino, para la reconciliación de toda la humanidad; con la esperanza de llevarles de un fundamento de rebelión y traición; a uno que es la Verdad; ¿Y quién es la Verdad? “Jesús nos dice, Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre si no por mí”. Juan 14:6
El acto de la traición, es la herencia de las primeras generaciones caídas, y con el transcurso de los tiempos, la ha elevado a una categoría más crítica. La decadencia de la integridad, ha pasado de mal a peor. Las lesiones a la verdad, con la experiencia de la vida, quedaron como ejemplos para nuestra formación y crecimiento. Genesis 6:5-6
El Apóstol Pedro, cometió una lesión externa, por medio de su traición a la verdad; negando a Jesús tres veces. La cobardía, y quizás también la inmadurez de Pedro, al excusarse y avergonzarse, de no ser un seguidor de Cristo, lo lleva a traicionar a un Amigo. Un Amigo con el cual él había caminado por tres años y medio; perteneciendo al círculo íntimo de Él, donde se le permitió ser testigo a muchos prodigios, milagros y maravillas. Pero la palabra de Dios nos dice, que, en el momento, que Pedro recordó, las palabras de Jesús, de su negación; el lloro amargamente, o sea con dolor y tristeza. Mas, sin embargo, en ese instante él reconoció su falta, se arrepintió, pidió perdón, y hoy, su ejemplo nos deja una gran lección de un verdadero arrepentimiento. Porque, la evidencia de eso ahora la leemos, y podemos aprender de su experiencia para evadir cometer, una traición a un amigo. La acción de Pedro, lo elevó en integridad, a ser reconocido como un gran hombre de Dios. Marcos 14:66-72 Lucas 22:54-62
La traición, más conocida por el mundo entero, es la de Judas. Que, con un beso fingido, entrega la vida de un amigo, a cambio de treinta monedas de plata. La premeditación de un plan elaborado conscientemente, establece a Judas como un traidor, y el hijo de perdición. Salmos 41:9, Mateo 26:4, Mateo 26:14-50
Judas se arrepintió, más, sin embargo, nunca se perdonó, porque la traición a su amigo produjo en él, una lesión interna. Algo que no pudo superar, porque penetró su alma, y la angustia, dolor y tristeza le conduce a la acción de quitarse su propia vida. Mateo 27:5
La paz que Jesús mostró, en ambas experiencias vividas, es la posición que también nosotros, tenemos que representar. Sabemos, que no es fácil, porque a un el recuerdo a la invasión de la confianza, produce, una alerta a nuestro corazón. Pero la obra del perdón nos libera, a poder ser elevados a la siguiente fase de nuestras vidas. Las lesiones que, quizás en algún momento de tu vida, fueron causa de dolor, ahora provocan en ti, un momento de paz y fortaleza en Cristo Jesús. Salmo 91:1-16, Filipenses 4:7