CONVICCION

Posponer la Obediencia

En el transcurso de esta semana, me he estado preparando para una conferencia de Damas, y el Señor por su misericordia, ha estado tratando conmigo durante todo este tiempo. Precisamente por eso le quise poner por tema a este escrito “Posponer la Obediencia”. Porque esto es algo que se nos es muy usual, en todos nosotros, y que también hemos tomado muy a ligera. A este concepto la sociedad, le llama “desidia”, ya sea por despreocupación o desinterés, pero el Señor Le llama “Posponer la Obediencia”. Efesios 5:6

 


En base de esto, el Señor me recuerda de un famoso y conocido profeta menor, Jonás. El nombre de Jonás significa “paloma” en hebreo. En toda verdad, no cabe duda, que, tan importante es conocer la misión a la cual, cada uno de nosotros hemos sido predestinado. El relato Bíblico nos presenta, la historia más bella de la misericordia de nuestro Dios. Jonás 1-4

 


Dios habla a Jonás, Le ordena que como mensajero y portador de Su palabra, llevará un mensaje de arrepentimiento a Nínive. Y las escrituras nos relatan que Jonás negó la orden de Dios, y no cumplió con la divina misión asignada. Y su desobediencia obtuvo significantes consecuencias. Estos son precisamente los puntos en los cuales quiero enfocarme, y que también que juntos analicemos. Porque, hoy en día, es algo que todos nosotros casualmente hacemos y que forman parte de nuestra vida. Al igual que Jonás, enjuiciamos personas, situaciones, naciones en base a nuestro razonamiento altivo, aun ya sea conociendo o no la voluntad de Dios. Tito 1:16

 


Jonás, pospuso la obediencia a Dios y quiso huir de Su presencia. La consecuencia de su rebelión en contra de Dios, causa una gran tormenta. Tenemos que tomar en cuenta, que estamos hablando de una persona que escucha la voz directa de Dios. Jonás no era cualquier persona; y con este ejemplo, hoy lo podemos aplicar en nosotros como creyentes cristianos. ¿En cuántas ocasiones, aun conociendo la verdad, rehusamos a ser obedientes? La expectativa de la mayoría de todo creyente, es que en el momento que hemos puesto como vestidura este adjetivo calificativo a nuestras vidas, nuestra posición de nivel en Dios nos ha colocado más altos que otros. Este es un pensamiento equivocado, lo que esto nos revela es precisamente, lo contrario. ¡El resultado de tomar la decisión de servir a Dios, en realidad cambia tu posición! Pero, no a un nivel superior, más, sin embargo, como manera automática a posición de esclavo, y sometidos a la obediencia. Romanos 1:1-6

 


Las consecuencias que se obtienen como el resultado de no obedecer a la voz de Dios, es algo que por generaciones como humanidad hemos sido sujetos. El pecado es el fruto de la desobediencia, ya sea de una manera directa o indirecta, consciente o inconsciente. La desobediencia de cualquier manera que la puedas analizar, ya sea por medio de la sociedad común o también peor aún ahora entre los cristianos, es rebelión en contra de Dios. El nuevo protocolo normal de hoy en día, es observar cómo la desobediencia va a la par de una justificación o excusa. 1 Pedro 1:13-16

 


La misericordia de Dios es grande, y la fidelidad de Dios infinita. A Jonás por segunda vez se le ofrece otra oportunidad para ser portavoz para la salvación de Nínive. En ese momento Jonás no entendía el mensaje, y mucho menos, la lección que él obtendría por el resultado de este proceso ¡Así, también ahora en nosotros! En cuántas ocasiones hemos escuchado una orden, que como siervos de Dios nos debemos al actuar en completa obediencia inmediata. Mas sin embargo, no lo hacemos, huimos de Su presencia y rehusamos una y otra vez. Hemos fallado múltiples veces, ya sea por nuestros prejuicios, inseguridades, o temores y nos rehusamos a realizar la orden. Aun así, el Señor se mantiene fiel. Mateo 5:7, Romanos 5:19

 


El relato de Jonás es un mensaje tan profundo y de mucha enseñanza. Nos demuestra lo que es llegar hasta lo profundo de un mar de oscuridad, como resultado de nuestra desobediencia. Tomemos cuidado, y seamos prudentes a la voz que estamos escuchanado como dirección para nuestra vida. La negligencia al discernimiento, nos puede inducir a una vida de rebelión y oscuridad. La duda de tu llamado no está en juego, Él es firme y fiel. Mas, sin embargo, el seguir posponiendo la obediencia, pone en riesgo tu oportunidad de ser útil en Sus manos. El que tenga oídos para oír, oiga, la palabra de Dios. Escucha, actúa, aun sin conocer los resultados, ¡pero nunca olvides que la obra es del Señor! Mateo 13:9-17

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