El Ayer
Con este escrito quiero hablar del hoy, y del mañana. Porque el ayer ya quedó atrás, plasmado en la historia de nuestras vidas como un símbolo de derrota o’ de victoria. El enfoque es evaluar en qué posición te encuentras como ser humano, y de qué manera vas a tomar estas experiencias para aplicación a tu vida. Salmos 9:4, 2 Pedro 3:8
Todos estos meses llenos de vulnerabilidad en todo aspecto humano han venido equipados con temor, angustias, frustración, desesperación, inseguridad, dolor, pero sobre todo con mucha incertidumbre. Esto es solo un resumen de la condición y la culminación del pecado de la humanidad que por generaciones se había cultivado como la norma de conducta moral en el mundo entero. Y lo triste de toda esta situación, es que aun nosotros como creyentes de muchas maneras nos estábamos rigiendo bajo el mismo régimen de pecado. Romanos 8:18-23
Cuando pensaba en todo esto, el Señor puso en mi espíritu relatar un pasaje muy conocido. Es un recordatorio de referencia a lo que se está viviendo en estos días. El Castigo de Sodoma y Gomorra, pero voy a intentar de resumirlo de una manera simple parafraseando la historia de la fidelidad de Dios para con Abraham. 1 Pedro 4:8
La gravedad del pecado había llegado a un gran extremo de perversidad que había sobre pasado toda moralidad humana. Y esto fue despreciable ante los ojos de Dios, quien decide la destrucción para las ciudades. Mas sin embargo Lot, el sobrino de Abraham se encontraba en Sodoma. Así que, por esa razón, Abraham empieza a clamar e interceder por misericordia para la ciudad. Exponiendo en prueba la condición de los habitantes de Sodoma. ¿Preguntando al Señor, “Destruirás también al justo con el impío? Y a lo que él se refería es a lo siguiente, que, si de alguna manera él podía encontrar justos dentro de esa ciudad, el conocía que el amor de Dios por ellos retractaría la destrucción de ella. Mas, sin embargo, no encontró justos en la ciudad! Pero la fidelidad de Dios sobre la casa y la generación de Abraham, cubrió la casa de Lot. Genesis 18:20-33
Dios envió sus ángeles con las instrucciones precisas para Lot, su esposa y sus hijas. La mano de protección los llevaría a una ciudad pequeña de nombre Zoar, para un nuevo principio. Y las instrucciones fueron claras como el agua: “Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas”. Y así fue hecho, con la excepción de la esposa de Lot, ella miró atrás a espaldas de él. Y a base de su desobediencia, ella se volvió una estatua de sal. Genesis 19:19-26
También, así como el hoy, en donde todos estamos en una misma posición en este tiempo de tribulación consecuencia del pecado generacional. Mi primera pregunta es, se podrá interceder por 50, 45, 40, 30, 20, ¿o 10? Y ahora la siguiente es, ¿Cómo es que se encuentra la posición del pueblo de Dios durante estas crisis? ¿Y cómo creyentes, estamos acaso intercediendo por la necesidad de estos tiempos? Pero lo más importante ¿Podemos encontrar justicia en este tiempo de corrupción? Por todas estas cuestiones, que surgieron, es por eso de mi gran necesidad de hablar para el día de hoy. El ayer ya quedó atrás y el mañana está solamente en las manos de Dios. Romanos 8:26-31
Este pasaje Bíblico cautivó mi atención de muchas maneras que podría escribir de diversas materias. Cubre demasiado material que quizás tomaría otro tiempo para alguna de ellas. Pero en lo que me quiero enfocar como ejemplo, es tomando la acción de la esposa de Lot, el hecho de mirar hacia atrás. Y como es que tu estas aplicando el día de ayer en tu vida, como una derrota por causa a la desobediencia, o como una victoria por tu obediencia. Lo importante de esto es no mirar hacia atrás, nuestro pasado y el día de ayer, ya es la historia de nuestro día. Las experiencias del ayer son la capacitación del hoy, y la esperanza para el mañana. Tenemos que indagar hasta lo más profundo de nuestro ser y encontrarás las respuestas a todas las preguntas. Mantén tu mirada en el blanco, quien es el autor y consumador de la fe. Hebreos 12:1-2, Hebreos 13:8
El ayer nos ayuda a poder enfrentar el día de hoy, pero, surgirán situaciones en donde quizás solamente nada más tengamos que escuchar, obedecer y mantener nuestra mirada hacia el blanco. La importancia del hoy y de este mensaje es para que puedas ver la fidelidad de Dios. El cuidado incondicional que Él ha ofrecido por las edades de los tiempos de la historia a la humanidad. Y de Su perfecto amor que es la cobertura de toda esta tierra y la humanidad entera. Juan 3:16, 1 Juan 4:7-12, Apocalipsis 1:8, 22:13