Transfigura-Sion

En esta ocasión voy a hablar de un tema muy interesante, y en mi opinión sumamente esencial para el proceso de vida de un creyente.

La palabra transfiguración proviene de una raíz griega – metamorfoo’ que su significado es “metamorfosis”.  Esto se refiere a un cambio radical de una estructura biológica en cuerpo físico o’ natural, funciones y sistema de vida.  La invitación celestial que produce en nosotros un cambio para el proceso de transformación necesaria que nos impulse a realizar el propósito al cual fuimos predestinados.  Este encuentro sobrenatural nos libera de nuestra naturaleza caída del Viejo Hombre ofreciéndonos una nueva cubierta. El impulso de un soplo de vida que hace brotar la semilla de su tierra. ¡¡¡¡Exponiendo el fruto de un esfuerzo y sacrificio de sangre que con júbilo grita Victoria!!!!   Desatando un Nuevo Hombre Espiritual renovado por medio de una transformación.  Un cambio radical en todo aspecto de tu vida, mente, cultura, emociones, creencias, visión, propósito y espíritu. Romanos 12:2

Los evangelios sinópticos nos relatan la historia de la transfiguración de Jesús.  El primer ejemplo de un cumplimiento que nos sirve ahora como señal de una manifestación espiritual para el hombre natural.  El cuadro se nos presenta ante tres testigos oculares Pedro, Jacobo y Juan para/como testimonio de este evento magnífico y glorioso que cambio las vidas de ellos para siempre y ahora también a nosotros.  Esto transcurre en un lugar de elevación el Monte Hermón, campo santo conocido como el “Monte de Sion”. Donde quedo plasmado en historia como un monumento de Elevación y Transformación Espiritual. La verdad de la gloria de Jesús y su majestad magnificaba la inauguración de su Realeza, Primogenitura, Gobierno y Autoridad. Mateo 17:1-13, Marcos 9:1-13, Lucas 9:28-36

Cada uno de los evangelios exponen y describen su opinión en base de su experiencia.  Tomando en cuenta sus atributos y caracteres, podemos formular nosotros ahora lo que realmente se llevó a cabo.  Jesús se encontraba en comunión con nuestro Padre Celestial fortaleciendo su proceso que él conocía lo llevaría a enfrentar gran aflicción y aun la muerte. Jesús enfrentó su naturaleza y la abrazo como obra perfecta.  Mas, sin embargo, Jesús conocía de su origen, pero quizás algunos de los que se encontraban en medio de su círculo aún en ellos todavía había duda.
2 Pedro 1:16-18

La escritura nos describe que la gloria de su resplandor cubrió este lugar revelando al “Hijo de Dios” en medio de dos varones. Moisés y Elías, la representación de La Ley y el cumplimiento de la profecía por medio de los Profetas.  Esta aparición causó confusión entre ellos, porque la historia a la conexión de su cultura y doctrina fueron aún reveladas en ese momento. Me puedo imaginar el gran asombro que estos dos varones “Heraldos” vinieron hacer y causar revoltura a la tierra, en donde ellos se encontraban puestos en pie. La revelación de una verdad a medias en su interpretación conforme sus pensamientos. Malaquías 4:4-5

Pedro en su ignorancia sugiere hacer tabernáculo para cada uno de ellos.  Esta afirmación en el hombre es la sombra que ahora conocemos como Religión y Doctrina. La doctrina que permite al hombre extraer oscuridad de error que nos coloca en tinieblas. Pedro quizás en ese momento no sabía lo que él estaba diciendo.  Esta actitud nos pasa a muchos de nosotros el día de hoy, cuando no nos hemos colocado con firmeza en nuestra fe. La mayoría de los hombres hemos creído en lo que por herencia recibimos por medio de instrucción a través de nuestros padres por costumbre o’ cultura, pero después por selección propia. Gálatas 3:1-29

El Espíritu Santo viene como una nube y cubre “El Monte Sión” con su divina presencia.  El estruendo de su majestuosidad desata el velo de los ojos del hombre. El cumplimiento de la Ley y Profecía de la cual su palabra nos anunció por generaciones, ahora se nos es revelado delante de nuestros ojos.  “Este es mi Hijo amado; a él oíd”. La palabra nos afirma en ese momento que Moisés y Elías ya no se encontraban en ese lugar, Jesús fue hallado solo y ellos callaron, y se postraron sobre su rostro.  El espejismo de una herencia y cultura se desvaneció en ese momento. Es por eso que reitero la necesidad como creyente de obtener primero este mismo encuentro con nuestro Señor Jesucristo para afirmación hacia nuestra fe.  Hebreos 12:22, Apocalipsis 14: 1-3

Tanto los discípulos como nosotros necesitábamos esa seguridad que nos revela el Hijo de Dios – “Jesús”.  El Sello que nos ofrece la cubierta y autoridad de “Sión” para poder enfrentar cualquier situación en nuestras vidas.  Ya sea en una base rutinaria, pero sobre todo para poder quitar ese velo que cubre los ojos al creyente cuando se encuentra expuesto al espejismo de una falsa doctrina. Cuando nuestra fe se es fortalecida podrán surgir falso maestros, falsas doctrinas, un inúmero de religiones, creencias erróneas, aun nuestras costumbres y cultura serán expuestas, pero nada va a poder mover tu tierra.  Y el nuevo Hombre Espiritual es finalmente puesto en tierra santa. 2 Corintios 5:1-5